El derecho a la seguridad es selectivo, y por tanto discriminatorio para los que ponen en riesgo a la sociedad. La demanda de seguridad va acompañada de la despreocupación por el destino de los encarcelados.
La experiencia nos ha mostrado que la exclusión, mediante las penas privativas de libertad, no hace sino ahondar el tatuaje de la etiqueta criminal. El delincuente, entonces, no tiene posibilidad alguna de salir de ese abismo, no existe reinserción ni resocialización alguna. En España la población reclusa se ha doblado en los últimos quince años, sin que haya aumentado notablemente el número de delitos. Al aumento ha contribuido en gran medida el endurecimiento del código penal, la ampliación a 40 años del tiempo máximo de pena y la restricción del régimen de tercer grado y libertad condicional. De cada 100 presos que llenan la cárcel 95 no han cometido delitos de sangre. ¿Ha proporcionado este sistema la reinserción? ¿Existen otras alternativas?
M. Teresa Sánchez Concheiro presenta y describe el Sistema Penal de nuestra sociedad y ahonda en el tema de la Mediación Penal, en la que el esfuerzo de la víctima promueve la reinserción de los delincuentes y la prevención del delito, y en este sentido permite que el autor/a y la víctima dialoguen sobre el suceso, así como que la pena tenga una aplicación práctica y más acorde con los tiempos actuales.
M. Teresa Sánchez Concheiro es abogada por la Universidad de Valladolid (1974) y especializada en drogodependencias. Ha publicado ¿Camino sin salida? El drogodependiente frente al Sistema Jurídico-Penal y Santitario, conjuntamente con Francesc Freixa (1989), ha sido profesora de práctica jurídica del Colegio de Abogados de Barcelona y responsable de Mediación Penal del Ayuntamiento de Sant Adriá del Besos, pionero en la utilización de la Medición Penal desde el año 2001.