¿Podría
ser que hubiésemos pensado el socialismo o el feminismo por encima de nuestras
posibilidades? ¿Que hubiéramos alentado insostenibles concepciones fosilistas
de la emancipación humana? ¿Que la tecnolatría y la hybris contaminasen también
nuestras visiones utópicas? En esta era de crisis energética, calentamiento
global, Sexta Gran Extinción y crecientes desigualdades, en medio de una crisis
civilizatoria que amenaza con convertirse en naufragio, no deberíamos esperar
soluciones high-tech y sociedades de alta energía, sino más bien —como mejor
posibilidad— comunidades con algo de industria ligera, basadas en tecnologías
intermedias. Pero bajo la premisa de una gran descomplejización; y la
expectativa de un nivel de vida muy modesto en lo material, en comparación con
lo que hoy —de forma nada plausible—sigue prometiendo la ideología dominante.
En este libro intentamos pensar nuestra difícil situación en términos de
ecosocialismo descalzo. Los retos que plantean estas perspectivas son
formidables: comenzando por el reto de hacernos cargo de nuestra situación
real, sin fantasías tecnoentusiastas, ilusiones mercadólatras ni autoengaños.